Nunca pensé
que estaría insultándote
así.
Nunca creí
que podrías cansarme
tanto.
Después de todas estas horas
con vos,
llegué al punto
de querer asfixiarte
ahogarte
quemarte vivo
y qué sé yo cuántas cosas horribles más.
Nunca imaginé
que mi hartazgo iba a llegar a
tanto.
Pero,
como
-creo-
soy una buena persona,
opto por una solución más radical
y simple.
Simplemente te voy a aplastar
con un diario.
Mosquito de mierda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si leés y no comentás, vas a ver cómo esa bic que tenés en tu mano levanta vuelo y automáticamente se clava en tu ojo derecho.